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  • Antonio García Prats

compaginar tu vida personal con tu vida profesional como freelance

Afrontando una vida como freelance

Afrontando la vida como freelance es una opción de vida que cada vez más personas eligen por la flexibilidad que ofrece y la posibilidad de trabajar en lo que les apasiona. Sin embargo, esta modalidad también puede presentar retos importantes, sobre todo cuando se trata de mantener un equilibrio saludable entre la vida profesional y la personal. Acompañame a explorar cómo afrontar una vida freelance de manera constructiva, organizando bien tu tiempo y energía para evitar el agotamiento y disfrutar tanto de tu trabajo como de tu vida privada.

1. Establece límites claros entre el trabajo y la vida personal

Uno de los mayores desafíos de ser freelance es que, al trabajar desde casa o en tu propio espacio, las fronteras entre el trabajo y la vida personal pueden volverse borrosas. Por eso, es esencial establecer límites claros y aprender a «desconectar». Aquí te damos algunos consejos:

Define un horario de trabajo: Aunque la flexibilidad es una ventaja del trabajo freelance, tener un horario te ayudará a ser más productivo y a evitar que el trabajo invada todo tu día. Respeta ese horario tanto como sea posible.

Crea un espacio de trabajo definido: Si trabajas en casa, busca un lugar que sea solo para trabajar. Esto te permitirá asociar ese espacio con la actividad laboral, y cuando salgas de ahí, será más fácil cambiar de «modo trabajo» a «modo personal».

No te lleves el trabajo a todas partes: Si bien los freelancers suelen tener flexibilidad para trabajar desde cualquier lugar, es importante no estar siempre «disponible». Aprende a dejar de lado el trabajo fuera de los horarios que hayas establecido, y evita revisar correos o hacer llamadas relacionadas con el trabajo cuando estés en momentos personales.

2. La autodisciplina y la planificación como claves del éxito

Ser tu propio jefe puede parecer una gran ventaja, pero también implica ser tu propio supervisor, tu propio motivador y tu propio organizador. Esto requiere una gran dosis de autodisciplina y una buena planificación para mantener el enfoque y la productividad.

Establece metas claras: Tanto a corto como a largo plazo. Tener una visión clara de lo que quieres lograr te mantendrá motivado y te permitirá evaluar tu progreso. Divide las tareas grandes en pequeños objetivos manejables para evitar sentirte abrumado.

Planifica tu semana: Dedica un tiempo a organizar tu semana, priorizando tareas urgentes o importantes, y reservando tiempo para pausas y actividades personales. Usa herramientas como calendarios, listas de tareas o aplicaciones de gestión de proyectos que te ayuden a estructurar tus días.

Gestiona tus distracciones: Trabajar de manera autónoma puede venir con muchas distracciones, especialmente en casa. Limita las interrupciones (como el uso del teléfono o redes sociales) durante tus horas de trabajo, y si es necesario, usa técnicas como el método Pomodoro para mantener la concentración.

3. Aprende a decir «no» sin sentir culpa

Una de las habilidades más valiosas que un freelancer puede desarrollar es la capacidad de decir «no» de manera respetuosa pero firme. No todos los proyectos son ideales, y no siempre es posible aceptar todo lo que se presenta. Decir «no» es crucial para evitar el sobrecargarte de trabajo y garantizar que los proyectos que aceptes sean los que realmente te interesan o te aportan valor.

Además, el «no» también aplica para el tiempo personal. No tengas miedo de poner límites en tu vida social o familiar cuando necesites concentrarte en tus responsabilidades laborales.

4. Cuida tu salud física y mental

El bienestar físico y mental es clave para mantener un buen rendimiento y disfrutar de tu vida freelance. Muchas veces, la libertad de horarios puede llevar a malos hábitos, como sedentarismo, jornadas demasiado largas, o una desconexión insuficiente del trabajo.

Haz ejercicio: Incorpora alguna actividad física regular a tu rutina. No tiene que ser algo intenso; una caminata, yoga o estiramientos diarios pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.

Practica la desconexión digital: Si pasas muchas horas frente al ordenador, asegúrate de hacer pausas frecuentes para descansar los ojos y estirar el cuerpo. También es útil desconectar completamente de la tecnología por un rato, sobre todo antes de dormir.

Cuida tu salud mental: La vida freelance puede ser solitaria o estresante en algunos momentos, sobre todo cuando la carga de trabajo es alta o los clientes son exigentes. No subestimes la importancia de cuidar tu salud mental: meditación, mindfulness, o incluso tener a alguien con quien hablar regularmente pueden ser herramientas muy útiles para lidiar con el estrés.

5. Fomenta una vida personal activa y enriquecedora

Aunque ser freelance pueda ofrecerte la oportunidad de estar más tiempo en casa, eso no significa que debas descuidar tu vida social o personal. De hecho, tener una vida personal rica te ayudará a desconectar del trabajo y te recargará de energía.

Planifica tiempo para ti mismo: Bloquea en tu agenda momentos dedicados exclusivamente a ti: para practicar tus hobbies, pasar tiempo con tu familia, amigos o simplemente para relajarte.

Cultiva relaciones significativas: El trabajo autónomo puede ser solitario a veces. Por eso es importante que te mantengas conectado con tu círculo social. Ya sea a través de salidas, llamadas telefónicas o reuniones virtuales, asegúrate de cuidar tus relaciones personales.

6. Mantén una mentalidad flexible y de aprendizaje continuo

El trabajo freelance está lleno de cambios: desde el tipo de proyectos hasta los ingresos pueden variar de mes a mes. Aceptar esta naturaleza cambiante con una actitud flexible te permitirá adaptarte mejor a las circunstancias y no frustrarte por la incertidumbre.

Además, sigue formándote y aprendiendo. La autosuperación constante es clave para mantenerse competitivo y relevante en un mercado laboral que está en constante evolución.

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