Ultimamente es frecuente que muchos de los que se autodenominan profesionales de diseño web, en realidad ofrecen un servicio que no se corresponde con lo que realmente hacen. Ante esta falta de honradez, sería este un momento apropiado para explicar la diferencia entre instalar una plantilla y personalizarla con un maquetador y un diseño web. Con esto, lo único que quiero es dejar claro lo que contratas y que deberías esperar en cada caso.
Existen repositorios en los que se venden, o pueden descargarse de gratuitamente, plantillas ya prediseñadas. Realmente, si se presenta el proyecto de una manera clara, no hay nada malo en hacerlo. La cuestión es que el diseño estará preestablecido y habrá muy poco margen para realizar cambios significativos. Simplemente se trata de organizar algunos elementos gráficos en la pantalla y rellenarlo con texto e imágenes.
Esta opción sería una manera económica de hacer una página web y, si el cliente conoce los detalles y se le ofrece un presupuesto acorde al trabajo que se le va a entregar, no hay ningún engaño por parte de diseñador web. Otra cosa es que se le venda como un desarrollo desde cero, estableciendo unas tarifas claramente abusivas. Por desgracia, esto está ocurriendo y más a menudo de lo que parece.
Un proceso de creación de una página web profesional, requiere de una capacitación como programador mucho más exigente. Precisa de un estudio previo para que el resultado se adapte, no solo a la imagen corporativa de la empresa, sino también a los objetivos de marketing que pretende alcanzar.
Un diseño web desde cero distribuirá con criterio y total libertad la información que precisa la empresa publicar. Todos estos contenidos se estructuran de una forma personalizada.
Intentar pasar una cosa por otra no solo es una falta de respeto al propio mundo profesional de los diseñadores web, también al cliente. Es importante escoger bien a un freelance o equipo de diseño y programación que realice un trabajo que destaque frente a la competencia.