Para comenzar, habría que saber de qué se trata esto de la realidad aumentada. Voy a dar una definición lo más simple posible que nos faculte a entender su finalidad.
Se podría de decir que es el término que se utiliza para describir el conjunto de tecnologías que permiten que el usuario visualice parte del mundo real a través de un dispositivo electrónico con información gráfica añadida por este. Dicho de otra manera, elementos reales y tangibles podrán combinarse con otros virtuales, y crear así una realidad aumentada. Y todo ello, en tiempo real.
No hay que dar muchas más explicaciones para darse cuenta de la cantidad de aplicaciones que ésto puede tener.
En dispositivos móviles, su uso comercial y los beneficios que proporcionan a las empresas es enorme. Imaginaros que cuando la cámara del teléfono apunta a una imagen, un lugar o un objeto, en la pantalla, veremos prototipos animados o capas de información. Vamos a ir a un nivel más práctico. Una app que reconoce el rostro del usuario y pone encima diferentes cosméticos, sombras o pintalabios de forma que se pueda probar como quedará antes de comprarlo. Otro ejemplo: cuando la cámara del móvil apunte a un logo, al usuario le aparecerá en pantalla un prototipo animado con la última oferta.
En el sector del comercio electrónico, al permitir probar el producto antes de comprarlo, la tasa de devolución de clientes insatisfechos será mínima.
En industrias como la de los muebles, un apoyo visual del diseño antes de realizar la reforma permitirá hacerse una idea de cuál será el aspecto final o qué muebles nos serán más útiles. Empresas como IKEA, ya tienen apps dedicadas a esta aplicación.
En la enseñanza de cualquier grado, apoyarse en un aprendizaje más visual, interactivo e innovador ayudará a los estudiantes a dominar más fácilmente la materia que están aprendiendo.
Y lo mejor de todo, es que no se necesita incorporar a nuestros teléfonos ninguna tecnología especial. La mayoría de los móviles modernos cuentan con lo necesario para procesar realidad aumentada.