Dedicaré unas líneas a compartir algunas notas sobre el branding digital y por qué es tan útil para la empresa a la hora de construir tu marca personal.
La idea principal que nos debe quedar clara es que en la actualidad no basta con ofrecer productos o servicios de calidad, es necesario, además, orientar todos los esfuerzos en crear una percepción fuerte y positiva de nuestra marca, ya sea personal o empresarial.
Para alcanzar este objetivo, será preciso que echemos mano tanto del branding tradicional como del marketing digital. El propósito que debemos marcarnos es, en definitiva, resaltar el valor subyacente de nuestra identidad personal o emprendedora.
A la hora de percibir un producto o un servicio, los consumidores actuales buscan algo más, como identificarse con la marca. Habría que conseguir, en este sentido, crear un sistema de creencias alrededor de los productos y/o servicios. Se trata, en definitiva, de comunicar nuestros valores y conseguir de esta manera conectar el público objetivo al que nos dirigimos.
Por otro lado, el marketing persigue el uso de las tecnologías y herramientas digitales disponibles que nos permitan promocionar toda clase de productos y/o servicios, inclusive, nuestra propia marca personal.
Después de un trabajo serio, podemos obtener toda una serie de beneficios, tales como:
Establecer una diferenciación respecto a la competencia. Y esto es especial importante hoy en día en vista de la gran cantidad de mercados saturados que existen, en los que muchas empresas ofrecen productos similares en calidad y precio.
Sobre todo, un reconocimiento de la marca, que nos ayudará no solo a mejorar la percepción que tienen de nosotros, también aumentaremos nuestra visibilidad y atraeremos la atención de nuevos clientes.
Gracias a la conexión emocional, una buena estrategia nos ayudará a conseguir una fidelización. En definitiva, a que nuestro público objetivo se encuentre bien, y que obtenga una experiencia positiva de los productos o servicios que ofrecemos.
Una marca reconocida puede convertirse en un activo poderoso para una empresa, pudiendo generar, de esta forma, una mayor cantidad de ingresos.
Una mejora de la reputación será esencial si, por el motivo que sea, la empresa ha sufrido críticas y requiere de una recuperación de la confianza por parte de los consumidores.
Y por último, pero no menos importante, es alcanzar el objetivo que todo emprendedor o empresa busca conseguir: nuevos clientes que estén interesados en los productos y/o servicios que ofrecemos. Y este beneficio será particularmente provechoso cuando se considere una ampliación de la base de clientes.